Crónica I Jornadas de Presidentes de AISG España

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I Jornadas de Presidentes de AISG España

Congregados entorno a un óvalo de forma que todos nos podemos ver la cara, los scouts adultos de España inauguramos estas primeras jornadas de presidentes.

La sala amplia y luminosa, con el equipamiento adecuado para estas reuniones, huele a nuevo, como todo en esta sede nuestra que también inauguramos hoy, por la deferente acogida que nos ha brindado Scouts de Madrid, y en la que podremos celebrar nuestras reuniones, asambleas y actividades.

Contamos además con el alojamiento del nuevo albergue scout, que nos permite venir a Madrid a un coste austero, en la línea de nuestros principios, pero al mismo tiempo digno y cómodo.

Queremos hablar de nuestras cosas, hacia donde queremos llevar la federación, que hacemos bien, que podemos hacer mejor, que dificultades encontramos… todo ello nos lo fue sacando Toñi, en una dinámica muy participativa de todos los asistentes, y cuyas conclusiones podremos consultar en la nueva página web de AISG.

Por la noche, Fidel de ASGAM, nos guio por la noche de Madrid, en una excursión original por las alturas de algunos edificios emblemáticos, desde los que se puede contemplar el juego de luces, sombras y vida en movimiento de esta ciudad, especialmente en sábado.

Atentos a la realidad en que vivimos, reflexionamos sobre una situación internacional que se nos echará pronto encima: los refugiados y que podemos hacer los scouts desde nuestro espíritu de construir un mundo mejor.

Pusimos los primeros ladrillos para iniciar un proyecto para su acogida, cada cual en su ambiente, colaborando con las entidades que saben cómo ayudarlos; y como aún no están perfiladas las líneas de acción, desde AISG, en colaboración con todos los scouts adultos, iremos dando forma a nuestra aportación. Como aperitivo, Emilio nos creó el grupo de whatsapp AISG Solidaridad, para que vayamos vertiendo allí nuestras experiencias y aportaciones.

Para finalizar las jornadas, una visita cultural a algunas joyas de Madrid poco conocidas, incluso para los madrileños, como el cementerio de los caídos del Dos de Mayo, el puente de la princesa, y, sobre todo, la ermita de San Antonio de la Florida, que acoge los frescos de una de las obras cumbre de Goya. Todo ello excelentemente ilustrado, con el cariño que siempre pone Fidel cuando nos enseña Madrid.

Y como una reunión de amigos queda desvaída sin comida, nos despedimos en Casa Mingo, una de las casas de comidas más antiguas de Madrid, en la que a un precio razonable se puede comer muy bien y, como chigre asturiano que es, degustar una buena sidra natural.

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